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Misora Hibari, la reina del enka

  • celestebelenp4
  • 25 sept 2015
  • 3 Min. de lectura

No es exagerado decir que la historia del enka (género de música popular japonesa, de tinte emotivo y sentimental) de posguerra comienza con la figura de Hibari Misora, cuya vida se convirtió en un tema de leyenda popular. Debutó como niña prodigio subiendo inmediatamente a la cima de la popularidad, para luego convertirse en un ídolo en todo el Japón. Hibari Misora es frecuentemente recordada como aquella que, con sus canciones, confortó al Japón a través de su difícil recuperación de la devastación provocada por la derrota sufrida en la Segunda Guerra Mundial.

Hibari Misora (su nombre verdadero era Kazue Katō) nació el 29 de mayo de 1937 en Yokohama (prefectura de Kanagawa), en un hogar de distribuidores de pescado. Desde su niñez, fue aficionada a la música, mostrando además ser poseedora de una buena memoria. Sus padres le enseñaron algunas canciones y otras artes escénicas y, a los siete años, ya era una conocida cantante en su vecindario.

Su debut como cantante profesional se produjo en 1948, a la temprana edad de once años de edad, y a sus doce actuó por primera vez en una película (Tōkyō Kiddo — “Niña de Tokyo", 1950). Su actuación en el papel de una huérfana callejera, la convirtió en un símbolo tanto del sufrimiento como del optimismo que reinaban en Japón durante el período de la posguerra. Tras el fin de la guerra, Hibari Misora alentó con sus canciones al pueblo japonés en medio de su desesperada situación económica, haciéndose conocida por su interpretación del enka y convirtiéndose su actividad artística en un símbolo de la reconstrucción del país.

Convertida en una figura predominante en la música enka de la posguerra, Hibari Misora produjo continuos éxitos entre los cuales Kanashiki kuchibue (“Silbido triste”, 1949), Tōkyō Kiddo (“Niña de Tokyo", 1950), Omatsuri mambo (“Mambo de festival”, 1952), Yawara (“Suavidad”, 1954), Kanashii sake (“Sake triste”, 1966), Aisansan (“Amor, esplendorosamente”, 1986), Midaregami (“Despeinada”, 1987) yKawa no nagare no yōni (“Como la corriente de un río”, 1989) permanecen aún como números clásicos del género enka.

Hibari Misora, cuyo estilo de interpretación era altamente emotivo, era popularmente conocida entre los japoneses como “la reina del enka”. Actuó en unas 160 películas entre 1949 y 1971, y lanzó más de 500 temas en su carrera musical, obteniendo numerosos premios. En 1962 contrajo matrimonio con el entonces popular actor y cantante, Akira Kobayashi; pero dos años después, la pareja se divorció.

En abril de 1987 se le diagnosticó una necrosis femural bilateral, provocada por una hepatitis crónica. Hasta agosto del mismo año, Hibari Misora permaneció internada en un hospital, para luego mostrar señales de recuperación. En octubre comenzó la grabación de un nuevo tema (Midaregami, “Despeinada”) y en 1988 llevó a cabo en Tokyo un recital de dimensiones colosales bajo el nombre de “Concierto del Ave Fénix” (Fushichō konsāto). En la oportunidad, y a pesar del abrumante dolor en sus piernas, Hibari Misora interpretó un total de 39 temas, dándoles a sus admiradores la seguridad de su completa recuperación. Sin embargo, el 24 de junio de 1989, luego de haber ingresado nuevamente al hospital Juntendō de Tokyo, falleció debido a una neumonitis intersticial. Tenía 52 años.

Al momento de su prematura muerte — ampliamente llorada a lo largo y ancho del Japón —, Hibari Misora llevaba vendidos más de 68 millones de discos. Durante los seis meses siguientes a su fallecimiento, las ventas de las grabaciones de Hibari Misora se multiplicaron veinticinco veces. Y un mes después de su muerte, en julio de 1989, se convirtió en la primera ciudadana japonesa en recibir (de manera póstuma, en este caso) el Premio de Honor Nacional (Kokumin Eiyo Shō) por su prolongada contribución a la industria discográfica.

En 1944 se inauguró en Arashiyama (prefectura de Kyoto) el Museo Hibari Misora, con el fin de exhibir la vida de la gran cantante y su trayectoria. El museo cerró sus puertas el 30/11/2006 para trasladar el material en exhibición al Museo de Edo-Tōkyō (ubicado en el distrito de Sumida, en la capital japonesa).

Una encuesta llevada a cabo en 1997 por la Corporación Radiodifusora de Japón (NHK) reveló que el tema de Hibari Misora Kawa no nagare no yōni (“Como la corriente de un río”) había sido electo como la mejor canción japonesa de todos los tiempos.


 
 
 

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